Semifinal sin excusas

Oinatz Bengoetxea y Mikel Urrutikoetxea, cada uno con un dedo roto, certifican la franca mejoría de sus fracturas y se centran en el premio de alcanzar la final

Noticias de Navarra. “Puede que hayan desaparecido esas dudas del pasado domingo”, desvela Oinatz Bengoetxea. Lo dice después de haber lidiado contra sí mismo, el dedo índice roto de su mano derecha, volar a contrapelo y acabar clasificándose para las semifinales del Cuatro y Medio de Primera. Lo consiguió con el tiempo justo, poco antes del toque de campana. La agonía atrapó a Víctor Esteban, que tenía que llegar a veinte, en el 18. Sin tiempo para más. Abajo el telón. Oinatz rompió la incertidumbre de haber bailado con el dolor y salir vencedor. “Apenas golpeé el dedo. Ha habido mejoría durante esta semana”, sentencia sobre el tapete del Adarraga de Logroño.

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