A pesar de ser campeón del Parejas, el vizcaíno tiene los pies en el suelo y está «mentalizado de que hay que seguir demostrando el nivel cada semana»
Un día después de ganar la txapela del Parejas, Aitor Elordi sigue en una nube. Todavía no era capaz de asimilar el número de estímulos recibidos en tan poco tiempo. Pero es consciente de que el trofeo «es un premio muy grande al trabajo realizado»