El delantero de Amezketa, otra vez maravilloso su despliegue, y un sólido Tolosa remontan para vencer (22-16) a Ezkurdia y Martija, muy mejorados, pero incapaces de lograr un triunfo que les dé impulso en el Parejas
Bienvenido Julen. Regresó Martija a su ser. Se reconoció el de Etxeberri, al fin pelotari. Martija era un zaguero desconocido, desconectado con lo que es, en el torneo en el que ha sido coronado dos veces, curiosamente con los delanteros que enraizaban en el frontón de Bilbao. Evaporado por la presión, las dudas y la escasez de juego en el Parejas. Se enderezó el navarro, tantas lunas cabizbajo en el campeonato. Eso concedió otro rictus en Ezkurdia, que supo que tenía la espalda cubierta con garantías.
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