El delantero de Lizartza no para de acumular victorias tras su lesión y despliega un juego de muchos quilates
Deia. Erik Jaka sonríe en la cancha una vez más. Atrás quedó esa lesión en el dorsal que no le permitió disfrutar de las ferias estivales y esas molestias en la espalda que le dejaron fueran del Cuatro y Medio. Las victorias son el alimento de todo pelotari y si vienen acompañadas de buen juego se convierten en oro puro. Ese es el caso del lizartzarra. Desde su retorno cuenta con triunfos la mayoría de sus compromisos y en los últimos meses desconoce lo que es quedarse sin llegar al cartón número 22. Jaka está recuperado al cien por cien y su retorno llega con mucha chispa. El delantero guipuzcoano confirmó sus buenas sensaciones el pasado domingo, al lograr vencer en el estelar de Beasain y repetir el mismo destino el lunes en el día grande de los Carnavales de Tolosa. Dos victorias que dejan claro que Jaka está al nivel de los mejores.
