El de Leitza se retira como pelotari profesional por problemas de manos y agradece en una emocionante despedida “a los de casa y a la empresa” su apoyo durante todos estos años
Ion lleva la pelota en la sangre. «Empecé con 5 o 6 años, ¡era muy txiki! Bajábamos a jugar a unos porches pequeños que había debajo de casa, y donde nos pasábamos horas», recuerda con una sonrisa, «de ahí pasé a la escuela de pelota del pueblo hasta que con 15 años ASPE apostó por mí». Jaunarena es un pelotari querido y apreciado que llegó a alcanzar las tres txapelas en la categoría de plata –Manomanista, Parejas y Cuatro y Medio– y ha sabido ganarse el cariño del público.
Ahora, ha tomado la decisión más difícil de su carrera deportiva: dejar la pelota profesional.
«Los últimos meses he sufrido bastante con las manos y no he podido tener continuidad. No conseguía recuperar bien. Mi juego ha ido bajando –argumenta Jaunarena– el año pasado tuve una racha buena pero últimamente tenía las manos mal y he perdido la confianza. No he conseguido hacer mi juego en la kantxa. Por eso hablamos con la empresa y llegamos a un acuerdo para dejarlo aquí».
Ion se emociona cuando repasa quiénes han estado cerca en los momentos más difíciles: «Tengo que agradecer a todos los de casa por su apoyo cuando más falta me ha hecho. Mi pareja, mis padres y mi hermano son quienes están todo el día conmigo y comparten lo bueno y lo malo. También quiero agradecer a ASPE su apoyo todos estos años y la oportunidad de haberme podido dedicar a lo que me apasiona. Ahora seguiré disfrutando de la pelota, pero será de otras formas»..
Han pasado ya nueve años desde su debut en el Beotibar de Tolosa. 334 partidos como profesional. El número 335 y último será en su pueblo, Leitza, en donde el público le despedirá con el cariño con el que le ha recibido siempre. Será un encuentro especial en el que rememorar todos los buenos momentos pelotazales que hemos vivido gracias a él en la kantxa.
