Tal y como se esperaba, la segunda jornada de las semifinales del Parejas no han defraudado, con un partido vistoso, emocionante y sorprendente -el del Labrit- y otro que dejó un regusto malo por la excesiva cantidad de errores, el del Astelena. Ambos tienen en común un mismo factor, pero con dos prismas bien diferentes: la cabeza.