El delantero de Eratsun se cruza el lunes en Eibar con Jon Jaunarena después de seis semanas de baja
Deia. “He apurado hasta el final”, desgrana Julen Retegi. Ese es el sino del delantero de Eratsun, quien reconoce que las páginas del almanaque, las equis en el calendario, le han espoleado en la rehabilitación. Su intención: recuperarse. Su objetivo: llegar al Manomanista. Su camino: dar lustre a su hombro izquierdo, aquel que quedó dañado al intentar devolver una volea envenenada en la pared del frontón Beotibar de Tolosa ejecutada por Aitor Mendizabal. Eso sucedió el 6 de marzo y desde entonces el navarro no ha vuelto a vestirse de blanco, contando los días para volver de la luxación traumática en la articulación acromioclavicular, que los médicos de Aspe valoraron con una baja “de cuatro o seis semanas”.