El vizcaíno trata durante estos días su dolorida mano izquierda y mañana entrenará por primera vez para saber cómo está
El Correo. El pasado sábado a la conclusión del encuentro frente a Joseba Ezkurdia en el Bizkaia, en el que sacó el billete para la final del Manomanista, Mikel Urrutikoetxea reconoció que había terminado con la zurda tocada por la exigencia del choque. Sin embargo, restó importancia a la dolencia porque ya sabía lo que era. Venía del enfrentamiento que había jugado quince días antes contra Bengoetxea VI, y durante el tiempo que dispuso entre un duelo y otro había comprobado que era capaz de recuperarla. «Hay tiempo de sobra. Es un fallo que arrastro desde el partido de octavos, pero no es nada importante porque tras’ cuatro días de descanso me deja entrenar con normalidad», destacó. Y en eso está el delantero de Zaratamo. El de Baiko Pilota tomó un masaje nada más acabar la contienda frente al navarro en los mismos vestuarios del frontón de Miribilla, y ha destinado las siguientes jornadas a tratar de restablecer su mano golpeada.
