El navarro supo contener primero, defenderse después y acabar tumbando al guipuzcoano Iribarria en un disputado partido.
Navarra.com. A Bengoetxea VI solo le faltó pintarse la cara para sacar su faceta más guerrera y ganar una final en la que supo contener primero, defenderse después y acabar matando a Iribarria. La experiencia es un grado. Una lección manomanista en un partidazo emocionante donde conquistó su segunda txapela tanto a tanto (18-22). El navarro fue más pelotari.