El amezketarra ha cuajado una actuación extraordinaria en un Ogueta lleno
Diario Vasco. Abandoné el Ogueta con el convencimiento de haber presenciado una actuación individual extraordinaria, singular, con idéntica sensación a la de aquel ya lejano 9 de mayo de 2004, cuando Juan Martínez de Irujo encadenó veintidós tantos consecutivos para dejar en uno a Aimar Olaizola sobre la cancha gasteiztarra en una liguilla de semifinales del Manomanista. No se puede jugar mejor a pelota dentro de la jaula. A lo sumo, igual de bien.