El delantero de Arama se muestra ilusionado pero cauto en la elección de material ante la posibilidad de revalidar el título de campeón del Manomanista
La elección de material que se ha celebrado esta mañana en el Bizkaia Frontoia de Bilbao presagia una final de las que quedarán en el recuerdo. Oinatz e Iker llegan en plena forma y están llamados a protagonizar enfrentamientos épicos ahora y en el futuro. La cordialidad y el buen ambiente no esconde las ganas de ambos por hacerse con el campeonato: «Todavía tengo mucho que mejorar y puedo perder cualquier partido, pero mi objetivo es ganar y conseguir esa txapela», ha declarado Irribarria.
Impresiona cómo un año en la cúspide de la pelota ha hecho madurar a este pelotari: «No me da vértigo jugar la final, es para lo que he entrenado todo el año. Lo que sí me genera es ilusión y ganas de seguir trabajando como hasta ahora». Irribarria reconoce que la final de 2016 no la encaró con el mismo aplomo: «El año pasado todo fue nuevo. Los nervios, la prensa… Me vinieron partidos que ni yo mismo imaginaba. La presión que me puse fue demasiada Aprendes de los errores que haces, sufres un poco, sigues entrenando y te das cuenta de que con la camiseta roja se puede perder igualmente».
El material no es excusa para el de Arama: «Las pelotas no son muy diferentes. Cada uno ha elegido las que le van mejor, pero no son de extremos». Su preocupación es otra: «A mí lo que me preocupa es Oinatz, me da igual con qué pelotas y en qué frontón. Si tiene buen día es un artista».
Irribarria: 106 | 106,7
Bengoetxea VI: 106,9 | 105,6
Iker ha elogiado la calidad de su rival: «Es un artista delante, sabe cómo enredarte. Todos los que han caído en su red les ha ganado porque saca bien del txoko al ancho, del txoko al txoko… Está en muy buen momento de forma. Si está en la final será por algo: ha ganado a dos grandísimos campeones y además no justo-justo, sino que les ha pasado por encima. Ha demostrado que está en muy buen punto. Habrá que ver el domingo quién es David y quién Goliath».