Acompañado de un buen Rezusta, peleará por el título del torneo de San Fermín tras vencer (22-18) a Irribarria y Zabaleta
En su extenso palmarés faltaba una final. Jokin Altuna nunca había jugado la del torneo de San Fermín. Tenía entre ceja y ceja la de la feria más importante del verano. Ya está en ella. Le ha costado, pero el de Amezketa es de los que falla en pocas ocasiones cuando se marca un objetivo. Este año la quería. Tenía un compañero con muchas garantías como Rezusta y llegaba de superar una lesión. Necesitaba una inyección de confianza para demostrarse que estaba recuperado y el derroche ofrecido por la pareja en el segundo partido de la competición contra Irribarria y Zabaleta tuvo premio.
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