Juan Ignacio Retegui se impuso en un final de infarto al vizcaíno Iñaki Gorostiza en 1974 en el frontón de Anoeta
El Correo. Casi todos los viejos analistas, que cada vez escasean más, coinciden en una misma apreciación: la mejor final del Manomanista de la historia fue la que disputaron en el frontón Anoeta Juan Ignacio Retegui e Iñaki Gorostiza. Se celebró un 13 de mayo de 1974, brillaba el sol, la primavera se manifestaba en su esplendor por todos los rincones de Donostia, y los pelotazales se agolpaban expectantes en la plazoleta que sirve de antesala al recinto.