Deia. En Lekunberri se encontraron ayer dos pelotaris que no pudieron disfrutar de los meses de bonanza de las ferias estivales. Mikel Urrutikoetxea, aquejado de un proceso vírico, y Oinatz Bengoetxea, al que la empresa no dio grandes oportunidades en los torneos, vivieron un verano complicado.
Reencuentro positivo
