Txakoli para los txapeldunes

Los pelotaris de ASPE han visitado la Bodega K5 de la mano de Karlos Arguiñano tras ganar el Desafío del Txakoli K-Pilota

Todos los triunfos son importantes: desde cualquiera de los tres grandes campeonatos (Manomanista, Parejas y Cuatro y Medio) hasta el más humilde de los festivales que jalonan las fiestas de nuestros pueblos. En casi todos ellos la txapela es el símbolo que marca a quien ha conseguido imponerse. Pero, hay ocasiones en que el premio tiene unas connotaciones especiales y nos hacen disfrutar incluso tiempo después de haber conseguido la victoria.

Hoy ha sido uno de esos días: los pelotaris y parte del cuerpo técnico de ASPE nos hemos dirigido a Aia para visitar la Bodega K5 con un cicerone de excepción, su responsable Karlos Arguiñano. Ahí hemos recibido la recompensa por haber ganado dentro del festival pelotazale de Donostia el llamado «Desafío del Txakoli». Los triunfos de Jaka en el mano a mano y de Ezkurdia en el cuatro y medio inclinaron la balanza hacia los pelotaris de la empresa de Eibar.

Ha sido una jornada bonita, de hermanamiento de la plantilla deportiva que se ha conjurado para darlo todo en la kantxa para que el año que viene podamos volver al mismo plantel a celebrarlo.

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