El riojano y el navarro eligen material para el Adarraga y fijan su objetivo en atacar al zaguero y evitar a Olaizola
Diario La Rioja. Pasaban unos minutos de la una de la tarde cuando Víctor seguía calentando sus manos junto al rebote. El riojano era el único de los pelotaris que estaba sobre la cancha del Javier Adarraga para estuchar esas seis pelotas que se utilizarán el domingo. Silencio casi absoluto roto únicamente por el sonido de la pelota al golpear contra la pared lateral y con su bote. El domingo será muy diferente, pues hay un punto, el cuarto, en juego para dos parejas que llegarán a la cita con dos victorias en tres partidos.