Deia. El miedo a perder y la angustia por verse en el fondo de la clasificación cuando la liguilla de los cuartos de final empieza a asomarse a su ecuador, solo duró unos pocos tantos. La especulación fue cosa del inicio, nada más, durante el resto del partido los cuatro pelotaris jugaron sin pensar más allá del siguiente tanto, en busca de cerrar el remate y consiguiendo sumar muchos tantos de bella factura. Agresividad finalizadora contrastada con una buena defensa.
Sin miedo a perder
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