Deia. El 2018 está siendo una auténtica tortura para Víctor Esteban. El delantero de Ezcaray mostró ayer en el Astelena de Eibar las dos caras de una propuesta que acabó por enturbiarle el rostro. No hay término medio. Lanzado ante Julen Retegi al triunfo, con un 14-21 que le abría la puerta a los octavos de final del Manomanista de Primera, el riojano se diluyó.
Una Cuestión de confianza
