Deia. Hace dos meses y un día, Mikel Larunbe jugó su último partido hasta la fecha. Una molestia en la mano derecha le obligó a parar, a tomarse un pequeño descanso para poder prepararse en las mejores condiciones posibles. Pasaron las semanas y la cosa no mejoró, incluso fue a peor. “No podía pelotear del cuatro al cuatro”, afirma el galdakoztarra.
Las dudas no pueden apagar la ilusión
