La reacción de Artola tras ir perdiendo 20 a 9 puso al de Lizartza contra la cuerdas, pero logró reaccionar a tiempo y estará en cuartos del Manomanista
El Correo. El Manomanista no perdona el más mínimo descuido. Y si no que se lo pregunten a Erik Jaka, que ayer evitó una debacle en el frontón Beotibar de Tolosa cuando tenía el partido controlado y a los corredores sentados en los asientos de la primera fila porque todo parecía decidido y nadie quería cruzar una apuesta. El de Lizartza mandaba en el marcador 20-9, acariciaba la victoria y tenía a su rival desesperado.