El navarro, de 20 años, reconoce estar preparado para el debut soñado. Una meta para la que ha evolucionado de la mano de su familia
Diario de Navarra. Aspe acoge este viernes en sus filas a una nueva promesa, el goizuetarra Iker Salaberria. Un pelotari de casta criado al cobijo de un municipio de poco más de 700 habitantes que brota entre montañas y que se abre paso al sur por una carretera que culebrea a lo largo de veinte kilómetros. “Aquí no hay comodidad, sólo hay un camino”, afirma Salaberria.