Acabadas sus reformas, vuelve a estar apto, pero dependerá del impacto de las del Estadio de Anoeta
Gara. La vuelta, seis meses después de que albergara su último partido –la final del Torneo de Donostia con victoria de Artola-Albisu por 22-21 ante Altuna III-Rezusta–, del Atano III al circuito profesional es, sin duda, la gran novedad de la liguilla de semifinales. Lo hace, además, con un partido de lo más atractivo, por lo deportivo y por la proximidad de los cuatro protagonistas, lo que asegura un gran ambiente en las gradas de uno de los recintos más históricos de la mano actual. Sin embargo, su futuro a partir del próximo domingo está envuelto en incertidumbres, al menos en cuanto a su posible utilización como sede de algún partido importante de mano profesional.