Deia. La solidez también es un valor por cultivar. Y Julen Martija tiene un jardín florido. Es un zaguero solvente, de garantías, capaz de sujetar cualquier partido. Tiene las manos duras del estibador y el alma soviética. Al zaguero de Etxeberri le va el cemento. De su virtud ha nacido este domingo la oportunidad de Mikel Urrutikoetxea, que ha resuelto el envite que cerraba la segunda jornada del Masters en el frontón Artepe de Gatika con un puñado de remates que han desnortado el choque en el tramo final, al que se ha llegado con un 17 iguales y un ramillete de abrazos en el luminoso.
El valor de la solidez
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