Esta vez fue Elezkano el que lució ante el de Bergara, mientras que a Irribarria le costó terminar el tanto
Gara. Las empresas quisieron escenificar desde el primer día el divorcio, estrictamente deportivo, de los dos campeones de la pasada edición, haciéndoles jugar en contra en el primer partido y a Iker Irribarria le tocó comprobar el gran abismo existente entre jugar con Beñat Rezusta como zaguero a hacerlo con el de Bergara como rival.