Iker Irribarria apura el tiempo de recuperación de cara a regresar a las canchas. En el retrovisor se acumulan casi seis meses de baja por una operación en la rótula
Noticias de Gipuzkoa. Dos palabras frenaron en seco la vida deportiva de Iker Irribarria (Arama, 1996): rótula bipartita. En marzo le dijeron que lo mejor era pasar por el quirófano si no quería tener problemas más graves en un plazo de diez o quince años. El delantero de Aspe optó por la operación y lleva desde entonces currando a destajo para volver a las canchas. Entretanto, reconoce que ha trabajado el aspecto mental y se ha sacado el Máster de formación para el profesorado. En la recta final de la preparación, el zurdo, campeón del Manomanista en 2016 y 2019 y del Parejas de 2017, reconoce que está disfrutando «como un niño» en los entrenamientos, aunque le falta coger ritmo, lógicamente.