En su fuero interno, Jokin Altuna siempre supo que iba a estar en una final del Manomanista. El domingo jugará la primera en el Bizkaia de Bilbao, que bullirá en un enfrentamiento generacional ante el veterano Aimar Olaizola
Deia. Jokin Altuna (Amezketa, 1996) vive un curso dulce. La final del Manomanista que disputa el domingo ante Aimar Olaizola es un logro más en su corta carrera como profesional. Teniendo una pose de artista desde que debutó, para el amezketarra no todo han sido días de vino y rosas. Por detrás se despliega un trabajo oscuro, diario, al que ha sabido amoldarse.