Martija no renunció a la final a pesar de los calambres musculares
Los tres peldaños que separan el elevado estrado del suelo de la sala de prensa del frontón Bizkaia se convirtieron en un suplicio para Julen Martija. Una prueba más de esfuerzo. Cansado y derrengado, el zaguero de Etxeberri se sentó en su silla agradecido por el comprimido de Voltarén que le ofreció el galeno de Aspe Txema Urrutia. Le costaba encontrar las palabras para describir el calambre muscular que recorrió sus piernas, especialmente la derecha, tras pelear por el tanto 20-17 a un palmo del frontis. El castigo fue mayúsculo y puso en vilo a los casi 3.000 espectadores del acotado vizcaíno.
Leer más | Guztia irakurri: https://www.diariodenavarra.es/noticias/deportes/pelota/2022/04/04/martija-iba-seguir-aun-estando-cojo-522952-1053.html.