Oier Etxebarria debutó hace un mes y está a un paso de meterse en las semifinales del Parejas de promoción
El Correo. El salto del campo aficionado al profesional suele ser grande y algunos pelotaris lo llevan mejor que otros. En el caso del vizcaíno Oier Etxebarria, su arranque no ha tenido sobresaltos. Tuvo un debut peculiar porque su primer partido con Aspe fue directamente el del Parejas de promoción, y un mes más tarde está a un paso de meterse en las semifinales. En compañía de Elordi, colidera la clasificación con cuatro victorias y una derrota. «De momento estoy disfrutando y tengo la suerte de cara, pero soy consciente de que vendrá la vuelta», reconoce.