Deia. La ausencia de victorias no agarrotó a Erik Jaka. La necesidad de reaccionar no le acobardó y mantuvo sus señas de juego. Sin esconderse en ningún momento, el lizartzarra protagonizó una actuación marcada por la valentía y buscó el remate a la mínima oportunidad. Fue una estrategia arriesgada, al borde del abismo que le dio muchos tantos pero también aumentó la emoción con más errores de los esperados.
La valentía de Jaka acaba en premio
