El de Leitza se cala su segunda txapela del Manomanista tras levantar un 10-5 en contra y vencer al vigente campeón, Irribarria, por 18-22 en el frontón Bizkaia
Mundo Deportivo. La historia de las finales del Manomanista está llena de sorpresas y hoy ha vivido una más. El dinero salía de partida a sencillo a favor de Iker Irribarria, pero ha sido Oinatz Bengoetxea el que, todo merecimiento, se ha calado la txapela tras vencer por 18-22 en una final revoltosa, bonita y emocionante, disputada en un frontón Bizkaia que no se llenó, pero que se fue calentando con el transcurso de los acontecimientos. En un momento crítico, el habilidoso delantero de Leitza se ha aferrado al saque para, primero salir a flote y, poco a poco, ir dándole la vuelta a un partido que pintaba muy mal para él.
