Laso y Aretxabaleta dejan escapar una gran oportunidad y permiten con sus errores que Ezkurdia y Galarza remonten y logren un punto vital
Noticias de Gipuzkoa. Mientras hay vida hay esperanza. Ese fue el lema al que se agarraron Joseba Ezkurdia y Ladis Galarza ayer en Mungia. Estuvieron contra la pared, prácticamente fuera. Sin sensaciones y con un marcador que no auguró nada bueno. Unai Laso y Andoni Aretxabaleta, también tremendamente necesitados, se marcharon demasiado rápido y llegaron al ecuador con mucha autoridad (4-11). Fue entonces cuando los de Aspe se pusieron el mono de trabajo. Apostaron por la potencia, por su mejor arma y fueron recortando poco a poco. Fe ciega y supervivencia pura y dura. Ezkurdia y Ladis Galarza se agarraron al partido y al mismo modo al campeonato. Tenacidad que tuvo recompensa y les permitió jugarse el choque a un cara o cruz con la moral por las nubes después de haber hecho lo más difícil. Y ahí no fallaron. Se fueron directos del 17-17 al 22-18. Triunfo de mucho valor y que deja tocados a Urrutikoetxea, que ayer no jugó por mal de manos, y a Aretxabaleta.
