El vizcaíno califica como «una oportunidad» medirse al dos veces campeón de la ‘jaula’, pero admite que necesita un «gran día» para tener opciones de ganarle
Este martes a la mañana se ha desplazado hasta Pamplona para nada. Elezkano II estaba convocado allí para la elección de material del partido que tenía que jugar el sábado contra Ezkurdia dentro del Cuatro y Medio, y para cuando la Liga de Empresas de Pelota a Mano (LEP.M) ha decidido el cambio de día y de sede por la renuncia de Peña II a la competición estaba con los tacos puestos en la cancha del Labrit. 260 kilómetros entre pecho y espalda para pegar cuatro pelotazos y volverse a casa. Y este miércoles por la tarde tendrá que desplazarse al frontón de Tafalla para cumplir con el ritual de escoger los cueros y tomarle un poco las medidas porque su choque se ha adelantado al viernes. El cambio de escenario le perjudica. Pasará de una cancha a la que está acostumbrado a otra en la que ha jugado alguna vez y recuerda que es bastante rápida. Pero el vizcaíno no quiere poner excusas. No es su estilo.
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