La protección de las manos forma parte de la vida diaria de los manistas. Cada uno tiene su ritual y sus manías y salvaguardar los puntos débiles o más castigados es el objetivo antes de saltar a la cancha
os manistas recién retirados añoran las reuniones en torno al hornillo para hablar de pelota, de fútbol, de la vida o de lo que se tercie. El hornillo posee la virtud de hacer iguales a todos, a las figuras y a los participantes en los complementos, a los primeras y a los terceras. No existen distinciones a la hora de colocarse los tacos, cortar esparadrapo del rollo y preparar el salto a la cancha, ritual imprescindible que presenta detalles, anécdotas y diferencias entre unos y otros.