Darío es uno de los más destacados del presente Manomanista, tras superar tres previas y los octavos de forma clara para llegar a la liguilla
El Manomanista es una chispa para Darío Gómez (Ezcaray, 1999). Cuando llega este campeonato su figura crece varios enteros y pasa a convertirse en un rival que nadie quiere tener enfrente. Un pelotari con muchas armas para el mano a mano que ya sabe lo que es sorprender a varios favoritos y llegar hasta las semifinales. Este curso volvió a ser una de las revelaciones. Aitor Elordi, Danel Elezkano y Peio Etxeberria cayeron en las previas y Mikel Urrutikoetxea en los octavos. Firme en el resultado final y en las sensaciones transmitidas, en los cuatro partidos solo le hicieron 19 tantos en total. Trabajo duro y rendimiento que trajeron la recompensa de entrar en la liguilla. El riojano arrancará su andadura ante Jokin Altuna mañana en Bilbao y deberá enfrentarse a José Javier Zabaleta y Joseba Ezkurdia. Un grupo lleno de dificultades, pero Darío, repleto de ilusión, no niega que la semifinal es su objetivo.
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