Bien secundado por Zabaleta, la agresividad del delantero navarro anula la resistencia de Altuna III y Martija en su primer duelo de la liguilla de semifinales
Era el que menos experiencia tenía de los cuatro en las semifinales del Parejas, pero Peio Etxeberria aprende rápido. Lo dijo en la elección de material del pasado miércoles. Más que presión tenía ilusión por jugar el choque del Ogueta. Ya había vivido situaciones similares en el Cuatro y Medio y no se iba a achicar. A sus espaldas tiene un seguro de vida como Zabaleta que sabe llevarle perfectamente, pero este domingo se destapo para ser el más desequilibrante en el duelo frente a Altuna III y Martija.
