En una Iruñea en la que, quien más quien menos, ya empieza a mirar al seis de julio, «ya falta menos…», también para la primera final del Manomanista a disputarse en la capital con dos aspirantes navarros a su primera txapela. Una elección con unos 200 pelotazales en las gradas, corroboraron que las ganas de final también son enormes.