El amezquetarra, con molestias en la cápsula acromio clavicular izquierda desde La Blanca, se golpeó en la zona en Eibar y suspende en la liguilla
Los ciclistas y los pelotaris comparten un mismo punto débil, por motivos semejantes y consecuencias igual de malas. La cápsula acromio clavicular, el punto entre la clavícula y el acromio que articula el movimiento del brazo, es una parte del cuerpo que responde mal a los golpes. En el caso de los ciclistas, cuando por una caída impactan contra el suelo con el hombro. Los manistas profesionales, cuando chocan contra la pared izquierda al ir a restar una pelota arrimada. Es lo que le ha pasado de nuevo a Jokin Altuna. El campeonísimo de Amezketa impactó con violencia contra la pared izquierda del Astelena el domingo, cuando el luminoso marcaba un 21-10 a su favor. Notó dolor, se resintió de un golpe que sufrió en agosto. Ayer a mediodía se hizo una resonancia magnética en el centro Medicis Pamplona. No está para jugar el tercer partido de la liguilla, el que le tenía que enfrentar a Aitor Elordi. Él ya está clasificado y el vizcaíno no tiene ninguna opción. El objetivo del pelotari y de la empresa es que llegue en condiciones a la semifinal del Cuatro y Medio, prevista para dentro de dos semanas.