Diario de Noticias. A Danel Elezkano le crecieron las ambiciones en un frontón, mientras su cuerpo se iba estirando hasta llegar al 1,85 de altura. Los años pasaron con el zaratamoztarra perenne, sin perder pie, atornillado en las paredes de una cancha. Y pasó a profesionales. Debutó con Asegarce en 2012, con 18 primaveras, y fichó por Aspe en 2016. Este curso vino la explosión, macerada a fuego lento, como se gesta el futuro. Cuestión de evolución.
Un volcán despierto
