El de Amezketa se impuso a Ezkurdia en una emocionante semifinal y jugará su primera final ante Aimar
Gara. Aimar Olaizola y Jokin Altuna jugarán, dentro de dos semanas, una final del Manomanista tan inesperada como atractiva. Si al de Goizueta se le puede asociar el síndrome Benjamin Button, el de la película cuyo protagonista crece con el cuerpo de una persona de 80 años y con el transcurso del tiempo va rejuveneciendo, el de Amezketa podría ser su antítesis o antihéroe, pues pocos eran los que dudaban de que llegaría a aspirar a la txapela más importante de la temporada, pero nadie esperaba que fuera tan pronto.