Mikel Urrutikoetxea, custodiado por Aretxabaleta, escribe el epílogo de un catálogo de remates y decide ante un espumoso Ezkurdia en el Labrit
Deia. Un estupendo tramo final de Mikel Urrutikoetxea evitó ayer que Joseba Ezkurdia saliera por la puerta grande del Labrit de Iruñea. La solidez y la confianza en el gancho devolvieron al vizcaino la fe en el Parejas, reenganchándose en una primera vuelta sin suerte. En cualquier caso, el zaratamoztarra, decisivo en el remate y en el trabajo -descargó de labor a un Andoni Aretxabaleta que regresaba de una lesión-, opacó la actuación de su homólogo, magnífico en la elaboración. Ezkurdia firmó los tantos más espectaculares del partido, remató de lujo con la zurda, estuvo soberbio en defensa y transmitió trazas de pelotari consolidado, pero acabó pagando el apetito voraz de Urrutikoetxea. En un reparto de sopapos entre los dos puntilleros, una delicia para el espectador y una tortura para dos zagueros que no rompieron y entregaron de más, Mikel asaeteó al de Sakana en el epílogo de un catálogo de remates.