Final. La ausencia de público en las gradas trasladó la fiesta a Amezketa y Bergara, donde familiares y amigos de Altuna y Rezusta vivieron con emoción el partido
El Diario Vasco. Seis y veinte de la tarde. Frontón Bizkaia de Bilbao. En la cancha, Altuna III y Rezusta dejándose la piel compitiendo por la txapela del Manomanista. En las gradas no se percibía el silencio sepulcral del año pasado, pero tampoco se alcanzaba aún el ambiente que exige una fiesta de este nivel. La presencia de autoridades, medios de comunicación, unos pocos invitados privilegiados, familiares o figuras como Artola o Martínez de Irujo se anunciaba como aperitivo del regreso tan esperado del público a los frontones.