El sorteo deja los siguientes emparejamientos en octavos: Urrutikoetxea-Darío, Laso-Peña II, Ezkurdia-Agirre e Irribarria-Jaka
Seis victorias necesitó Iker Irribarria para convertirse en 2016 en el campeón manomanista más joven de la historia, honor que conserva. Otros tantos partidos deberá disputar si quiere recuperar la txapela en la edición de 2022, presentada este lunes en el marco sin igual de Chillida Leku. Incluso Jokin Altuna, campeón en vigor, deberá afrontar cinco compromisos para renovar el título. En el caso de Darío no serán «veinte», como señaló con ironía el amezketarra, pero sí nueve porque lleva ya en sus manos tres de las previas.