El de Arama habla de sus malos resultados tras el Manomanista, de su reacción en San Fermín y de sus esperanzas para la temporada de verano
El Diario Vasco. No es fácil tener pasado como pelotari con 21 años recién cumplidos. Iker Irribarria mira al futuro con esperanza e ilusión, pero acumula ya experiencia suficiente para rebobinar y analizar lo conseguido. Tiene ya dos txapelas: la del Manomanista de 2016 y la del Parejas de este año junto a Rezusta.