El campeón manomanista, baja hoy en Lekeitio por mal de manos, no está encontrando el juego que le llevó a conseguir la txapela más preciada
El otoño, invierno y primavera tuvo días de vino y rosas para Aitor Elordi. El mallabiarra completó una ascensión espectacular en apenas unos meses. Rara vez se disfrutará en los próximos años una evolución como tal. Pasó de disputar partidos de segunda a estar en el podio en el Cuatro y Medio, ganar el Parejas junto a Zabaleta y calarse la txapela más preciada superando nada más y nada menos que a Altuna III.
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