«Empezar de cero en esta nueva vida infunde respeto y todavía no he decidido a qué voy a dedicarme», asegura el de Leitza ante su futuro
El Diario Vasco.
– Está a punto de cumplir 39 años. ¿Siente vértigo o miedo?
– La pelota es mi vida desde niño, Afortunadamente he podido vivir de ella. Esto acaba y tengo muchos años por delante para dedicarme profesionalmente a algo. Siento respeto ante mi nueva situación. Domino más o menos el mundo de la pelota. Me dedique a lo que me dedique, empezaré de cero y eso infunde respeto. A su vez, me ilusiona hacer eso que todavía no sé qué será.