La resonancia magnética confirma una rotura de grado II, con un pronóstico de tres semanas de baja
Gara. La resonancia magnética a la que fue sometido Jokin Altuna ayer por la tarde confirmó que el delantero amezketarra sufre una rotura fibrilar de grado II en el bíceps braquial de su brazo izquierdo, lo que, dentro de lo malo, no le descarta para tratar de defender la txapela del Cuatro y Medio que obtuvo el año pasado. El pelotari de Aspe ya ha comenzado el pertinente tratamiento de fisioterapia y el parte médico ofrecido por la promotora eibartarra habla de dos o tres semanas de baja, por lo que, salvo imprevistos, podrá ser alineado en la jaula.