Una dejada de fantasía rompió ayer el gran espectáculo del frontón Beotibar de Tolosa
Noticias de Navarra. El amezketarra resolvió el entuerto, remontó un encuentro desfavorable a mitad de tajo y cerró las cortinas del escenario tolosarra, que recibió una entrada baja. Una lástima, porque los asistentes habrían disfrutado de lo lindo con un envite duro y peloteado, pero con retazos veraniegos, pues el estelar de la tarde, que se alargó más de ochenta minutos y en el que se alcanzaron 735 pelotazos a buena, tuvo pose de estibador portuario y alma de espectáculo circense. Es decir, el duelo tuvo la robustez de dos zagueros sólidos – Julen Martija, que regresaba tras tres semanas fuera de órbita por el covid-19, y Xabier Tolosa– y la alegría de dos delanteros como Danel Elezkano y Altuna III, dotados de un argumentario kilométrico dentro de los cuadros alegres. En definitiva, una delicia para el pelotazale. Y en el duelo de rematadores se llevó el gato al agua Jokin con 16 tantos en su cuenta particular frente a un Elezkano II que acabó anclado en los 14.