Deia. Danel Elezkano se empeña en sobrevivir en un escenario en el que la pegada marca muchas diferencias. Lo suyo es el talento puro, el cambio de ritmo constante y el movimiento veloz en los cuadros alegres. El zaratamoztarra vuelve a una semifinal del Manomanista y lo hace sin miedos. La final está a 22 tantos. Tan cerca y a la vez tan lejos. Para llegar a ella deberá superar el domingo a Iker Irribarria en Eibar.
Elezkano saldrá al ataque en el Astelena
