Pese a la intermitencia, los pocos momentos en los que encontró su juego le permitieron ganar a Víctor
Gara. Apuntaba Iker Irribaria en las entrevistas previas a la final del Parejas que recuperar su esencia, estirar el pelotazo y madurar más el tanto aprovechando su potencia habían sido las claves de su recuperación y los escasos pero decisivos momentos en los que pudo volver ayer a sus orígenes le permitieron salvar un complicadísimo debut ante un Víctor que le dio aire con los 11 errores acumulados.