Irribarria, que suma la decimosexta para Guipúzcoa, sumó la tercera más trabajada de la historia
Diario de Navarra. Cuando Iker Irribarria consiguió que el tanto 22 subiera al electrónico del Bizkaia, Mikel Urrutikoetxea se tiró al suelo exhausto por el esfuerzo. El guipuzcoano hizo exactamente lo mismo. El esfuerzo sobrepasó la hora de duración, en la que se jugaron 42 tantos. La final más trabajada desde que en 1984 Julián Retegui se impusiera por la mínima a Ladis Galarza en la consecución de su quinto título en el mano a mano.